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El Proyecto
El edificio de la Galería de las Colecciones Reales se diseñó con dos premisas: formar parte del paisaje natural-artificial de la cornisa poniente de Madrid y preservar el carácter público y abierto de la plaza de la Almudena.
Se trata de un edificio que resulta invisible desde la explanada que media entre la catedral y el propio Palacio Real; se desarrolla en vertical y construye un espacio lineal hacia el Campo del Moro: sigue las trazas del propio Palacio Real y se integra perfectamente en su entorno.
Es una obra plenamente contemporánea, sobria y sencilla, pero, al mismo tiempo, supone todo un alarde arquitectónico: sujeta la cornisa de Madrid con un inmenso muro pantalla. Su fachada se configura a base de pilares de hormigón armado recubiertos por placas de granito en la cara exterior. El interior sorprende por la amplitud de espacios, la luz natural y las vistas hacia el paisaje exterior.

El edificio tiene una superficie de más de 40.000 m2, de los que 8.000 m2 serán de uso público. Sus tres salas expositivas son grandes naves diáfanas de 120 metros de largo por 16 metros de ancho, generadas por una sucesión de pórticos de hormigón. Además de contar con todos los espacios y servicios necesarios para la atención y disfrute del público, el edificio dispone de espacios adecuados para la gestión y conservación de los bienes culturales que custodia: almacenes dotados con mobiliario de alta capacidad, un muelle para recepción de obras de arte y una sala polivalente destinada a la conservación preventiva.

A día de hoy ha recibido ya diez importantes premios de arquitectura, entre los que destacan el primer premio Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM 2016), el FAD de arquitectura en 2017 y el American Architecture Prize (AAP 2017).
Fases constructivas
Las obras, iniciadas en diciembre de 2006, se ejecutaron en cuatro fases y finalizaron en diciembre de 2015.

Primera fase
de 2006 a 2009
Tras la excavación arqueológica, las obras comenzaron con la ejecución de una pantalla continua de pilotes de 45 m de altura sujetos en su parte superior mediante vigas de hormigón armado. Finalizada la pantalla se procedió al vaciado del terreno por capas, asegurándola con anclajes provisionales hasta alcanzar la cota de cimentación. Por último, se ejecutó un muro de hormigón armado delante de los pilotes que va conformando contrafuertes en el frente principal de la pantalla.
Segunda fase
de 2008 a 2011
Esta fase consistió en la cimentación y ejecución de la estructura del edificio. En primer lugar, se realizó la losa de cimentación de hormigón armado y posteriormente se fue levantando la estructura de muros, losas, vigas y pilares de hormigón blanco.
Tercera fase
de 2011 a 2013
Finalizada la estructura se procedió a ejecutar la envolvente arquitectónica. Estos trabajos consistieron en la construcción de las cubiertas y terrazas, incluyendo formación de pendientes, aislamientos térmicos, impermeabilizaciones y acabados, y se forró la estructura de las fachadas con piezas de granito de grandes dimensiones.
Finalmente se completaron las fachadas con la instalación de las puertas, realizadas en madera de roble chapadas en aluminio por el exterior, y las ventanas, realizadas en acero lacado.
Cuarta fase
de 2014 a 2015
En esta última fase se ejecutaron los acabados interiores, así como las particiones correspondientes a oficinas, vestuarios, almacenes y demás dependencias de La Galería. También se dotó al inmueble de las instalaciones de climatización, electricidad, telecomunicaciones y fontanería, necesarias para su correcto funcionamiento.

Emilio Tuñón álvarez (1959) es arquitecto por la Escuela de Arquitectura de Madrid (E.T.S.A.M) en 1981, Doctor Arquitecto en 2000 y desde 2016 Catedrático de Proyectos Arquitectónicos de dicha escuela. En 2014 ha sido galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes por el gobierno de España, el Premio Mies van der Rohe 2007, el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea 2007, el Premio Nacional de Arquitectura Española 2003 y los Premios FAD 2001, 2007 y 2011. En 2018 recibió el Royal Instutute of British Architects (RIBA) International Fellowship 2018. Su trayectoria profesional ha sido reconocida con la obtención del Premio Nacional de Arquitectura de 2022.
Fundó junto a Luis Moreno Mansilla, el estudio Mansilla + Tuñón Arquitectos, ganadores de numerosos concursos públicos, y autores de algunos de los edificios más icónicos de la arquitectura contemporánea española, destacando especialmente sus proyectos para instituciones culturales tales como:
- El Museo de Zamora (1992-1996). Premio Architecti Centro Cultural de Belem (1996)
- Complejo El águila, actual sede del Archivo y Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid. 1996- 2002 Premio COAM de Arquitectura, obra pública y corporativa (2003)
- El Auditorio de León. 1996.2002. Premio de Arquitectura Española (2003).
- El Museu de Castellón 1997-2000. Premio FAD (2001)
- El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) 2001-2004. Premio Enor Castilla y León (2005). Gran premio Enor (2005), Premio VIA (2006). Premio Mies Van der Rohe (2007).
- Sede de la Fundación Barrié, Vigo. 2003-2006. Premio Saloni (2007). Premio FAD (2007)
- Sede de la Fundación Helga de Alvear, Cáceres 2005-2010
- Museo de Arte Contemporáneo, Helga de Alvear, Cáceres 2014-2020
En 1993, Emilio Tuñón funda junto con Luis Moreno Mansilla y Luis Rojo la cooperativa de pensamientos CIRCO, editando una publicación del mismo nombre, que ha sido galardonada con el premio de la III Bienal Iberoamericana de Arquitectura e Ingeniería, el premio C.O.A.M y el premio especial de la crítica FAD 2007. Sus proyectos y artículos han sido publicadas por numerosas revistas nacionales e internacionales y su trabajo se recoge en numerosas monografías, entre las que se debe resaltar las publicadas por la revista AV Proyectos 65 en 2014 y la revista El Croquis 161 en 2012.
El Entorno
El Palacio Real de Madrid
El Palacio Real se asienta sobre el solar del antiguo Alcázar de Madrid, fortaleza medieval convertida en palacio y que Felipe II convirtió desde 1561 en la residencia oficial de los reyes de España. El Alcázar fue destruido por un incendio en la Nochebuena de 1734.
Para la construcción del nuevo Palacio el Rey Felipe V, mandó llamar al mejor arquitecto europeo de su tiempo, Filippo Juvarra, quien no pudo ver su obra terminada. Fue su discípulo Giambattista Sacchetti quien se encargó de realizar una adaptación de su ambicioso proyecto. Todo el edificio está formado por bóvedas sin madera en la estructura, lo que hacía que se garantizase la supervivencia de gran parte del Palacio en caso de incendio, y con muchas plantas, para que tuvieran cabida todas las oficinas del gobierno, los oficios de la Real Casa y los servidores. Se trataba de un edificio hecho para albergar el poder absoluto.
La construcción se inició en 1738 no se acabó hasta 1751, aunque hasta 1759 se prosiguió con la decoración escultórica del entorno y con las "obras exteriores", siempre bajo la dirección de Sacchetti, que supervisó todo el proyecto de principio a fin. Sin embargo, la realización de su proyecto se vio alterada por Francisco Sabatini, arquitecto de Carlos III, el primer monarca que habitó en el Palacio Real donde se instaló en 1764.
La construcción se inició en 1738 no se acabó hasta 1751, aunque hasta 1759 se prosiguió con la decoración escultórica del entorno y con las "obras exteriores", siempre bajo la dirección de Sacchetti, que supervisó todo el proyecto de principio a fin. Sin embargo, la realización de su proyecto se vio alterada por Francisco Sabatini, arquitecto de Carlos III, el primer monarca que habitó en el Palacio Real donde se instaló en 1764.
Bajo el reinado de Carlos III el Palacio Real de Madrid vive su mayor esplendor decorativo con la llegada de los pintores de mayor fama por aquel entonces: el veneciano Giambattista Tiepolo y el alemán, de formación romana, Antonio Rafael Mengs, su primer pintor de cámara.
El Campo del Moro
Conocido popularmente como “Campo del Moro”, se trata del Parque adyacente al palacio, creado por Felipe II cuando terminó el Alcázar e instaló la Corte en Madrid. Durante la construcción del Palacio Real en el siglo XVIII se idearon varios proyectos para sus jardines. José Napoleón mostró especial atención por este parque –ya que no podía desplazarse a los Reales Sitios- y encargó a Juan de Villanueva ordenar el jardín con paseos arbolados y unirlo a la Casa de Campo mediante un túnel y un puente, esté realizado ya por Isidro González Velázquez bajo Fernando VII.
Muy descuidado durante el Sexenio revolucionario, la reina regente María Cristina de Habsburgo encargó a Ramón Oliva una reforma de tipo paisajista con paseos de trazado curvo que, ligeramente modificada tras la Guerra Civil, constituye el actual jardín histórico, uno de los rincones más especiales de la ciudad de Madrid y el lugar ideal para finalizar la visita a la Galería.